El Mindfulness es el término que, tras su traducción, podríamos denominarlo atención plena.
Nació hace ya más de 2500 años y haría referencia a la técnica de meditación oriental Vipassana. Esta técnica fue creada por Buda con el objetivo de eliminar el sufrimiento
Se podría definir como: Prestar atención de un modo particular, con un fin en el momento presente y sin juzgar.
Vivimos en un mundo en el que funcionamos a cien por hora, en el que parar no solo no está permitido, sino que nos sentimos culpables cuando lo hacemos y nos castigamos por ello.
Ir rápido no solo hace que perdamos la atención en lo que estamos llevando a cabo, sino que nos genera estrés, ansiedad y mucho malestar. Hace que vivamos sin vivir; pensemos, sin pensar; actuemos, sin actuar. Y no porque no vivamos, no pensemos o no actuemos, sino porque lo hacemos sin tomar consciencia, sin saborear lo que hacemos y sin nutrirnos de ello.
Vivimos sin sentir lo que vivimos, vivimos en modo automático, dejamos de disfrutar, nos olvidamos de saborear, cada tarea, cada instante, cada momento.
Vivimos pensando, divagando y planeando el futuro; nos reprochamos y culpamos por cosas que no hemos hecho en el pasado; y con ello, nos olvidamos de lo mas importante, el momento presente.
Hay que aprender a tomar consciencia y atención plena del ahora, para vivirlo con aceptación y sabiduría; y así, dejar de lado anticipar el futuro, para no arrepentirnos del pasado.
Si tenemos en cuenta esta visión budista, nuestro sufrimiento y felicidad dependerían de cada uno de nosotros, más allá de lo que nos ocurra de manera exterior.
Sus raíces son budistas, pero, hoy en día, hemos ido adoptando esta práctica y filosofía a nuestro mundo occidental. Por ende, no se trata de ninguna práctica mística, sino que la psicología, la neurociencia y las diferentes disciplinas emergentes han permitido convertir al Mindfulness en una práctica y una teoría con investigación en las disciplinas actuales.
Es importante recalcar que el Mindfulness y la atención plena deben demostrarse y experimentarse con la práctica, ya que expresarlo con palabras se queda corto. Esta práctica consiste en contemplar las experiencias de nuestra realidad y acogerlas sin juzgarlas, con nuestra máxima plenitud, teniendo ante ellas una actitud activa y de aceptación, con consciencia y con cariño, en el presente.