Carga mental

La carga mental es esa “maravillosa” mochila que todos llevamos a cuestas en nuestra espalda y que, a la larga, queramos o no, el peso nos hace resentirnos. Consiste en llenar nuestra mente de pensamientos, tareas, acciones y/o cosas por hacer, sin miramientos, ni descanso.

Seguro que, alguna vez, has querido abarcar más de lo que realmente podías y, tu mente, ya no daba más de sí.

La carga mental no tiene porque crearse a raíz de un gran problema, basta con sumar y cargar varios pequeñitos. Que, muchas veces, es casi peor.

Se genera debido a nuestra “manía” de querer llegar a todo, hacer todo lo mejor posible, solucionar el ahora… y, lo que muchas veces, quema más, quererlo hacer solos. Es protagonista sobre todo en mujeres debido a la cultura y la sociedad que vivimos.

La carga mental genera estrés, nerviosismo, fatiga, dolores de cabeza, bajo estado de ánimo, cansancio, fatiga, problemas musculares, problemas de sueño…

Trabajar la carga mental no es fácil, ya que viene ligada, muchas veces, a la cultura y a las creencias implícitas en la que la mujer (y el hombre) debe hacer todo y lo deben hacer perfecto.

Por ello, os traigo algunos TIPS para tener en cuenta y poder “vaciar” esa mochila que llevamos a la espalda, evitando la carga mental:

Eso sí, ¡de nada sirve leerlo y no ponerlo en práctica!

6 tips para gestionar la carga mental:

  • Procastina: No hay que hacer todo ahora y ya, en el momento. A veces, está bien (incluso mejor) dejar ciertas tareas para un futuro. ¿De verdad tienes que dejar recogida la casa teniendo solo 10 minutos antes de ir al trabajo? ¡NO! Además, deja que te ayuden, seguro que no eres el único/a que lo sabe hacer bien.
  • Compártela y comunica: suelta como te sientes, explica y expresa tus preocupaciones, problemas, incertidumbres… te ayudará a despejar la mente y a no guardarte las cosas.
  • Crea horarios y rutinas: siéntate a organizar un horario, te ayudará a hacer las tareas cuando toca. A veces metemos demasiada carga y queremos llegar a todo. Esto te ayudará a organizarte y además al hacer las cosas en su tiempo y no más de lo que toca. La organización es la clave.
  • Tareas específicas: en línea de lo anterior. Busca tareas y busca quien las haga. Cada uno tendréis la vuestra y no tendrás que cargar con todo. ¡Marido, hijos, mujer, tía, abuela o primo! ¡Cada uno a la suya! ¡Y tú, a la tuya!
  • Relájate y gestiona el estrés: date un tiempo para ti, busca tareas que te relajan y desestresan. Cuídate. Lee un libro, ducha caliente, un té en la terraza… lo que te guste, ¡pero para ti!
  • Pensamientos y mitos: debes parar a encontrar qué pensamientos te aparecen. Debido a la cultura en la que vivimos hay ciertos mitos que no nos dejan “relajar la cabeza”, sobre todo en las mujeres y la idea de ser “malas madres”. Esos pensamientos nos limitan y no dejan que te liberes. Date cuenta de ello y elimínalos.

¡Los cambios cuestan, pero poco a poco se instauran si se ponen en práctica!

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