Siempre había sido muy reticente a hacer yoga y que no me iba a aportar gran cosa. Hasta que fui consciente de que estaba viviendo muy deprisa, que había normalizado vivir con estrés, que no sacaba ningún ratito para estar conmigo cada día y que de estar tantas horas frente a un ordenador acababa con dolores musculares.

¡Tan solo desde el primer mes ya he empezado a notar mejoría! Empezar la clase con dolor de espalda y salir sin él, aprender a respirar de forma consciente, ganas flexibilidad y regalarme esos ratitos de paz que mi mente me agradece mucho.

Además, Candela lo hace tan fácil y es tan profesional. Cada clase es totalmente distinta, y lo que más me gusta es que el yoga nunca te exige. Al contrario, aprendes a conocer tus límites. Tal vez hoy puedo menos y mañana más. En definitiva, aprendes a escuchar a tu cuerpo y a darle lo que en cada momento necesita. ¡Gracias Cande!

Las clases de yoga me están encantando. Estoy pasando por un momento bastante estresante en el trabajo y me están sirviendo para aprender a desconectar la mente y centrarme más en el presente (algo que siempre me ha costado mucho). Asimismo, Candela transmite una paz y calma increíble y lo sabe transmitir, haciendo que la clase sea asequible y fácil de seguir.

Siempre he sido una persona activa y con ganas de probar nuevas cosas pero, por problemas de salud, los últimos dos años de mi vida no había podido hacer apenas ejercicio, sintiéndome cada vez menos ágil y con un cuerpo casi siempre en tensión. Hace poco pude empezar a solucionar ese problema de salud, así que pensé que empezar por el yoga podría ser una buena forma de volver a conectar con mi cuerpo y con mi mente (que Candela fuera la profesora ayudó mucho en esta decisión).

Tras apenas un mes practicando yoga me siento muchísimo mejor; siento que mi cuerpo está volviendo a ser el que era, me siento muy bien de ver los avances que voy consiguiendo y espero con ganas el día que toca clase.

Creo que también es importante hablar de lo que el yoga me ha ayudado más allá de lo físico. Este problema de salud, junto a otros factores que se dieron al mismo tiempo, me tenían muy baja de ánimo, sin autoestima, sin valorarme y muy poco conectada conmigo misma y este último mes he recuperado gran parte de todo esto. Aún tengo mucho que recuperar a nivel físico y mental, pero empezar yoga ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en los últimos años porque está siendo una parte fundamental de esta recuperación completa.