Hoy te traemos un caso real de una alumna que le dio una oportunidad al yoga y ya no quiso soltarlo. Su calidad de vida mejoró considerablemente.
Sigue leyendo y te lo contamos 🙂
Te ponemos en contexto
Sara es una mujer de 28 años que sufre las consecuencias del estrés diario. Trabajo,
casa, vida social, hacer deporte, comer bien, pasar tiempo con la familia… En
ocasiones se siente desbordada porque tiene la sensación de no llegar a todo,
cuando realmente vive tan deprisa que apenas descansa. Además, sufre de
molestias en la espalda y una mala postura corporal.
El yoga no era para ella
Sara había escuchado hablar sobre todos los beneficios del yoga:
- Mejora la presión arterial.
- Oxigena los órganos y músculos
- Mejora la flexibilidad
- Incrementa la fuerza y movilidad del cuerpo
- Es una buena herramienta para el estrés
Pero nunca se había atrevido a probar porque creía que no iba a ser para ella.
Además, con los horarios que tenía le parecía súper complicado sacar un rato para
desconectar, y creía que si empezaba a meditar y practicar yoga no se podría
concentrar porque estaría pensando en todo lo que tenía que hacer.
Un día, una amiga le invitó a probar una clase de yoga y ella misma dijo:
“Salí de ahí como en una nube y supe que quería repetir”.
Yoga sin horarios
Como no le cuadraban los horarios para hacer las clases presenciales, contactó con Candela para poder hacer clases online y hacerlas desde la comodidad de casa, en un horario que a ella misma le viniera bien.
Es mucho más que una práctica física porque el yoga te cambia a un nivel mucho más profundo. Aprendes a escucharte y a escuchar a tu cuerpo, algo que a día de hoy es complicado por el estilo de vida que llevamos.
“Mejoró mi autoestima, gané autoconfianza, superación, pero también me calma y
relaja muchísimo. Además, trabajas la paciencia contigo misma, porque el proceso
para notar los beneficios es lento.
Al principio, me dolía más la espalda, pero al seguir practicando esos dolores se
fueron. Ahora soy más consciente de mi postura corporal y esto ha afectado a cómo
camino, a cómo me siento en la silla, etc. Ahora cuando no practico yoga lo noto
enseguida, el cuerpo y la mente me lo piden”.
El yoga te cambia la percepción de tu cuerpo, de ti mismo y de tu alrededor, dedicas
un rato a parar la mente de tanto estímulo para concentrarte en ese momento, sin
duda, te cambia la vida.
Si tú también quieres animarte a darle esa oportunidad al yoga como ha hecho Sara, puedes venir a una clase real totalmente gratis para probar. Queremos que experimentes en primera persona todos los beneficios que el yoga tiene para ti.
Clase de yoga gratis
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